jueves, 9 de octubre de 2008

¿Qué es el Graffiti Callejero?

Si está hecho por los miembros de una pandilla el Graffiti Callejero es una forma de marcar y dominar un territorio.
Es importante mantener las comunidades limpias de Graffiti borrando o cubriendo todo lo que pintan los pandilleros.
El Graffiti puede estar contenido por dibujos, símbolos, números o simplemente colores. Comúnmente los infractores utilizan pinturas en aerosoles que no están permitidos a la venta de menores de 18 años.
En diferentes partes del mundo el Graffiti Callejero puede estar penado por la ley en diferentes formas que van desde una multa hasta tiempo en la cárcel por ser considerados actos de vandalismo.
Si usted sospecha que su hijo hace Graffiti Callejero, descubre que hay pinturas en aerosoles escondidos, debe hacer todo lo posible para hablarle y comunicarse para que no cometa actos de vandalismo.
Las penalidades varían en cada ciudad pero seguro que en todos los casos se le abre al infractor un prontuario criminal que queda registrado por muchos años o para siempre.
Las consecuencias del Graffiti Callejero son más negativas que positivas. Desde el vandalismo hay un solo paso para otros actos criminales peores.
Si su hijo tiene tendencias artísticas y desea expresarse, hay muchas formas de canalizar esa creatividad en formas positivas.
Averigue en su ciudad por programas de arte como pintadas de murales y actividades creativas.
Teniendo oportunidades de florecer el talento, su hijo podría encontrar un venturoso futuro en las artes visuales.
La comunidad también se beneficia con el arte ya que embellece parques, paredes y edificios.
De esta forma el talento que estaría al servicio de destruir la comunidad estaría al servicio de construir.
De pandillero a artista hay un solo paso. Busque la forma de canalizar expresando con la creatividad y el talento del joven!
Es una gran oportunidad para que se aleje de las pandillas y se rodee de actividades y gente positiva

EN QUE CONSISTE EL GRAFFITI

Se llama grafiti, grafito o pintada (del italiano graffiti o del inglés graff). a varias formas de inscripción o pintura, generalmente sobre propiedades públicas o privadas ajenas (como paredes, vehículos, puertas y mobiliario urbano, especialmente pistas de skate).El grafitti es uno de los 4 elementos del movimiento Hip-Hop.También se llama graffiti a las inscripciones que han quedado en paredes desde los tiempos del Imperio Romano. En la ciudad de Pompeya se han encontrado graffiti.En el lenguaje común, el grafiti incluye lo que también se llama pintadas: el resultado de pintar en las paredes letreros, frecuentemente de contenido político o social, sin, o con el permiso del dueño del inmueble, y el letrero o conjunto de letreros de dicho carácter que se han pintado en un lugar. También se llama grafito, por extensión, a los eslóganes que se han popularizado con estas técnicas, por ejemplo los grafitos de los disturbios de mayo de 1968 en París: L'imagination au pouvoir (la imaginación al poder), o Sous les pavés il y a la plage (debajo de los adoquines está la playa), etc.La expresión grafiti se usa también para referirse al movimiento artístico de mismo nombre, diferenciado de la Pintura o como subcategoría de la misma, con su origen en el siglo **. Fue un movimiento iniciado en los años 60 en Nueva York, o según aludes fuentes bibliográficas, como, getting from the underground en Filadelfia.Dentro de la cultura hip hop, se llama grafo o graffiti a unos tipos específicos. En este sentido, una pintada política no sería un grafito. El grafito es un arte, uno de los 4 elementos de la cultura hip-hop.

Influencias



El graffiti, en cuanto a influencias se refiere, es un modo de expresión artístico indicativo de un estilo de vida urbano. Sus más directas influencias vienen dadas, pues, por otras expresiones culturales de la calle como puedan ser el rap o el break dance, de hecho es bastante estrecha la relación de estos tres elementos, aunque no siempre.
Además de la morfología en la escritura y en los estilos de letra de los tags, los throw-ups, wildstyles, etc. El graffiti toma prestados diversos elementos de la iconografía popular como el cómic o los cartoons (dibujos animados). De hecho, la primera y la más destacada influencia viene determinada por el trabajo de Vaughn Bodé (continuado por su hijo Mark Bodé), quienes fueron de los primeros artistas del cómic underground de la década de los sesenta y los creadores de personajes como: Deadbone, Junkwafel, Cheech Wizard o Belinda Bloom. Hoy en día no se puede hablar de la historia del graffiti sin mencionar a Bodé, quien fue objeto de homenajes y dedicaciones por parte de algunos escritores, por ejemplo Kel 129 o Dondi, o incluso su trabajo llegó a hacerse referencia en un tema del legendario grupo de Hip Hop Beastie Boys. Los personajes de Bodé sirvieron como complemento para las piezas de muchos escritores del antiguo metro neoyorkino, aunque hoy en día se sigue haciendo tributo a este artista underground de gran popularidad en la década de los sesenta asociado al movimiento hippie o en los noventa al hip hop.
Como anécdota podríamos contar que destaca el cierto contenido erótico de los cómics de Bodé (sobre todo en los de la serie Erotica, plagados de mujeres desnudas) y que, precisamente, ésta es una de las principales razones de que los escritores tuvieran acceso a ellos. En los principios de gestación de la cultura la mayoría de los chicos que comenzaron a pintar tenían una media de unos catorce o quince años de edad, con lo que eran demasiado pequeños para consumir este tipo de revistas por lo que la casi todos ellos las tomaban “prestadas” de sus hermanos mayores. La simple curiosidad de adolescente por el erotismo se convirtió (de manera indirecta) en una de las principales fuentes de inspiración de este arte, inspiración que incluso hoy todavía perdura. Efectivamente, seguimos viendo a Cheech y a Junkwafel en las piezas de muchos autores contemporáneos inspirados a su vez en los de primer generación.
También en sus inicios tuvo especial popularidad entre los escritores la figura del Santo (The Saint), un icono perteneciente a unas novelas basadas en una serie televisiva de carácter popular, que llegaba a reducirse tan esquemáticamente que parecía un monigote infantil o un pictograma.
En el graffiti también se perciben ecos publicitarios muy fuertes, especialmente de los grandes carteles de los comercios urbanos y de las grandes marcas. Graffiti y publicidad van en ocasiones estrechamente ligados, y es que, como dice El Tono,“el graffiti es publicidad, y en publicidad si no intentas aparecer por todos los lados, no existes”. También son usados en este arte personajes populares de cómic o cine, textos o citas famosas, iconos universales como el símbolo de la paz... La razón puede ser doble: Simplemente el autor se identifica con la imagen representada o la representa precisamente para llamar la atención de los observadores que reconocen la imagen de una forma inmediata. También, aparte de elementos publicitarios, el graffiti llega a imitar logotipos de marcas o empresas reconocidas adaptándolos al nombre de su autor (método similar al utilizado por el Pop Art, que más que una limitación creativa supone un recurso innovador e ingenioso de reintrepretación). Aunque lo más común es representar personajes carismáticos entre el público adolescente, generalmente superhéroes como Spiderman, Batman, Superman... U otros más populares como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o las más actuales Supernenas. También podríamos destacar la representación de personajes históricos, estrellas del cine o de la música (esto depende de los gustos personales del realizador). También se representan ideologías, mensajes y hasta temas de actualidad de interés social como la droga, la liberación animal y hasta catástrofes humanas como la de las Torres Gemelas o la guerra de Irak, que ya han sido objeto de temática en algunas piezas y murales. En Francia fue muy frecuente durante algún tiempo las frases en piezas de escritores arremetiendo contra Chiraq y las pruebas nucleares.
Otra influencia directa sobre el graffiti es la del tatuaje (puerta de salida para muchos escritores) y que de manera recíproca influye en el estilo de las piezas de muchos. Esto se ve sobre todo en la representación de tribales, simetrías, o personajes y elementos típicos del tatuaje como corazones, puñales... Siempre en colores vivos y planos que tanto caracterizan a los tattos.
Como no, el arte influye también de manera directa en muchas de las obras. Se ha representado desde las míticas sopas Campbell de Warhol pasando pon una reinterpretación del Guernica de Picasso o incluso el arte fantástico de Rodney Matthews también ha recibido su homenaje. Aparte de estilos pictóricos o escultóricos, se ha llegado a representar, total o parcialmente, obras de arte tanto clásico como moderno, así obras de Leonardo da Vinci, Dalí, Van Gogh, Lienchestein o Giacometti entre otros, son acompañadas de piezas de escritores con un estilo de graffiti genuino. Como anécdota podría comentar -ya que parece algo casi obligatorio al hablar de graffiti en relación con el arte- es la atribución que se les a dado a personajes del mundo del arte neoyorkino de los 80 de escritores de graffiti. Hablo de Jean Michelle Basquiat y de Keith Haring. El primero, bajo el psudónimo de Samo parece ser (hasta donde he podido saber yo) que si que llegó a escribir su nombre en las paredes y en el metro. Pero queda totalmente fuera de lugar que fuese un hito y mucho menos un escritor activo en la época. De hecho, no he conseguido localizar ni una sola firma u obra suya fuera de otro formato que no fuese un lienzo o similar. Haring, por su parte, nunca se consideró un escritor de graffiti. Sin embargo, si se ha constatado que éste dibujaba en los carteles de las estaciones de metro (no en los vagones) iconos y símbolos típicos de su obra gráfica.
Por último se podría mencionar la influencia que recibe el graffiti de disciplinas más actuales como el diseño gráfico, la ilustración o la estética de la nueva corriente conocida como Street art. Así, no es raro encontrarnos, aparte de temáticas con alguna de estas estéticas, piezas individuales de escritores en las que se perciben ecos de estas disciplinas, perdiéndose cada vez más la identidad, en algunos casos, del original diseño de letras y colorido típicas del graffiti tradicional. No es raro, pues, encontrarnos con motivos geométricos y formas poligonales, obras a sólo dos colores, recursos tipográficos, etc. En obras de escritores en las que lo que se supone es el factor principal del graffiti, el nombre del autor, se pierde en ocasiones de manera total o parcial. También podemos encontrarno con murales en los que la existencia de letras con morfología del graffiti es nula, llenando sin embargo el espacio con la representación de personajes o fondos realistas. O también podemos encontrarnos con una integración de carteles o plantillas representando personajes, siluetas, tipografías o logotipos componiendo un mural de caracter urbano. Algunos son partidarios de estos avances, de estas nuevas tendencias calificadas como la evolución del graffiti, otros no lo ven así y piensan que estas manifestaciones poco tienen que ver con el fenómeno del writing neoyorkino. Hay quien expresa abiertamente que lo que hace no lo califica explícitamente como graffiti, no sabiendo situarlo entre una obra de arte moderno o una de arte callejero. Hay quien incluso cobra dinero por pintar, la polémica y el debate sigue abierto... Muchas de las cosas que vemos hoy en día que se nos presentan como tal ¿son realmente graffiti?

Filosofia del Graffiti



Siempre se han intentado dar explicaciones desde el punto de vista psicológico de por qué se hace graffiti. Numerosos han sido los intentos de sociólogos, psicólogos y demás profesionales del sector del estudio del comportamiento humano que han intentado dar explicación al fenómeno en artículos periodísticos, reportajes, programas de televisión y radio... Con un resultado en general equivocado o en su defecto muy superficial. Oímos hablar de inconformistas, inadaptados, antisociales, rebeldía juvenil... Pero para estudiar y justificar su causa de producción no podemos remitirnos a los eternos estereotipos, requiere más compromiso, adentrarse hasta las entrañas de un escritor, de un verdadero escritor y no intentar explicar un comportamiento global de una comunidad con el estudio de un par de chavalillos que probablemente no sepan por qué pintan. Hay dos caminos para llegar al kid de la cuestión: El primero es ser un escritor de graffiti o sentir como tal y el segundo, estudiar el hecho desde varios puntos de vista (Destacan los trabajos como el de Joan Garí “La conversación mural” más centrado en las pintadas en general moviéndose en el campo de la semiótica y en la tesis del Doctor en historia del arte Fernando Figueroa). Vamos a intentar explicar los orígenes de por qué se hace graffiti en primer lugar desde un punto de vista científico (intentando así objetivizar el asunto) y en segundo lugar desde los diferentes puntos de vista de varios escritores, porque al fin y al cabo estamos hablando de filosofía del graffiti y cada persona tiene una postura, sus “porqués” y su forma de ver las cosas. Antes de empezar reiterar que no estamos tratando el fenómeno de las pintadas en general (aunque a veces se haga mención a ellas) sino de todo lo que conlleva una cultura como la del writing.
El principal objetivo, el que impulsa a los escritores a pintar en las paredes, trenes o similares, es la necesidad común a cualquier tipo de arte: La necesidad de expresar con la suma de otra razón: La búsqueda de reconocimiento, salir del anonimato, de la masa, dejar constancia en nuestro paso por el planeta tierra (“dejar marca antes de estirar la pata” que diría Kami, un escritor y mc). Pero no se trata sólo de eso, hay algo más...

Empecemos de cero. Los niños y los monos comparten hasta cierta edad (los tres años) una potencialidad artística común. Ambos son capaces de dibujar “monigotes” en un mismo estilo “naif”, predominando la elección de los colores más vivos. Mientras que los humanos no necesitamos motivación ajena, los monos necesitan estímulos humanos para dibujar, y sólo lo harán si les otorgamos las herramientas necesarias: papel y un instrumento para pintar. Ellos nunca se expresarían plásticamente de forma espontánea. Al mono no se le ocurriría pintar fuera del papel, es decir, en la mesa o en la pared de su jaula. El humano aprende rápidamente, reconoce los colores y las hojas y sabe el procedimiento: Sabe que esos instrumentos son para dibujar en esas hojas y sabe que está mal si los utiliza fuera de esa superficie preestablecida y obligada (el papel). Pero también conoce, en cuestión de tiempo, el placer que le puede proporcionar desobedecer esta norma, actuar de forma libre, esa capacidad de salir de el marco preestablecido y convertir los signos en violencia visual hacia el poder: Su padre o su maestro. En el graffiti el símil sería dibujar con el aerosol en una superficie no permitida convirtiendo esos signos en violencia visual hacia el poder: La ley. Mirémoslo desde otro punto de vista, el de la publicidad. Todos sabemos que la publicidad emplea tabúes sociales como el sexo, la violencia o la libertad para suscitar el deseo, el morbo, el ansia de obtener lo prohibido, lo inalcanzable. Bien, si ni la mismísima Eva pudo resistir la tentación de morder la manzana... Ya lo dice la frase: “No hay mayor placer que hacer lo que no puedes hacer”. La libertad en contra del hombre, el hombre debe decidir.

La función territorial dentro de las grandes ciudades constituyen otra causa (la gran urbe contemporánea que no se siente como propiedad sino como propietaria del individuo). Los escritores en los inicios del writing en Nueva York, escribían en ocasiones el nombre de gangs (bandas callejeras violentas) para delimitar el territorio de éstas, ganándose de paso la protección de las mismas. Es el mismo acto (aunque con otros parámetros) que el que muchos animales usan dejando su marca en un determinado terreno para mostrarlo como suyo. Del mismo modo, muchos escritores deciden especializarse en una zona o en una línea de Metro que la consideran como suya.

“El graffiti y el Hip Hop en general es competición, quien no asuma eso... No digo que me ilusione que sea así, pero cuando estás metido es lo que te mantiene vivo. El pique está ahí. Hay quien lo hace solo por la emoción de pasar las misiones, son descargas de adrenalina y a todo el mundo le atrae, pero no todo el mundo se queda. Somos unos agonías, queremos tener más. Hay que tomárselo con calma, hay mucho por delante. Pique hay mucho, pero lo veo necesario”. Así define Buda lo que para él es el espíritu del graffiti. Quizás sea una de las características más destacadas del graffiti: La competición. Siempre surgen debates en torno al tema, puesto que hay gente que se lo toma como algo más personal, más artístico, como por ejemplo Ose: “Es algo que hago para mí. Al principio lo hacía más por el rollo de competición. No digo que vea mal que se siga haciendo, pero yo me lo tomo ahora como algo más personal”. El rollo de “a ver quién pinta más”, “a ver quién lo hace mejor”, “a ver quien pinta en el sitio más alto”, etc. Este espíritu es precisamente el que mantiene vivo el continuo proceso de creación y desarrollo en todos sus aspectos, competir, ir a más, mejorar... En definitiva, evolucionar."
Es cuestión de ser el primero, el número uno y no es una actitud puramente narcisista, es la actitud frente a la nueva educación de la competitividad basada en la antigua educación de la ley de la selva (los más fuertes sobreviven, y hoy en día los más fuertes son los que tienen ejercitado el mayor músculo del ser humano: El cerebro). Como la vida misma, una lucha por un puesto. A pesar de esta dura competición, suele haber unas “normas” que no siempre se cumplen. La primera y más importante es el respeto dentro de esa propia competencia, por ejemplo el hecho de que la pieza de un escritor no pueda ser tapada por otro sin su consentimiento previo (aunque esto depende también de las ciudades, por ejemplo en Barcelona hay una “política” muy permisiva al respecto, un ciclo de renovación contínua de murales mientras que en Madrid las paredes y/o zonas están más repartidas por grupos). Otro ejemplo es el de que un escritor no pueda utilizar el nombre de otro o no puedan existir dos grupos con las mismas siglas, aunque en la realidad ambos casos se den, dando lugar a veces incluso a “guerras” donde unos se tachan a otros o incluso a violencia física.

¿Arte o vandalismo? Esta cuestión es un círculo vicioso. El graffiti... ¿Crea o destruye? Es cuestión del punto de vista del que queramos verlo, es como el dilema filosófico del vaso de agua por la mitad ¿está medio lleno o medio vacío?
El graffiti siempre va acompañado de su condición transgresora, extralimitada, destructiva, combativa... en realidad es éste el caracter que constituye su esencia: La ilegalidad. Bien podemos llamarlo vandalismo, pero tampoco hay que ver más allá de donde es. No es un problema tan grande y no es excusa para las cantidades de dinero desorbitadas que se emplean en su erradicación. Leandri afirmaba: “El graffiti es el grado cero de violencia, el más pequeño vandalismo posible”. Pretender aceptar el graffiti sin su esencia de ilegalidad es no entender una de sus causas básicas de producción. Nos encontramos pues ante un fenómeno simultáneo de creación y destrucción. Como dijo Norman Mailer: “Siempre hubo arte en un acto criminal”.
Por otro lado nos encontramos con el inevitable carácter artístico de este fenómeno plásticamente hablando, el hecho de la destreza, la técnica o el estilo de un escritor es algo que puede tratarse desde un punto de vista meramente pictórico, al margen de ideologías o del lugar simbólico donde esté realizado.
Esto nos lleva entonces a dividir el graffiti en dos partes: Graffiti legal (arte) y graffiti ilegal (vandalismo). Hay muchas y muy diferentes opiniones al respecto. Esto a veces genera disputas o cuando menos debates sobre como debe pintar un escritor: legal o ilegalmente. Lo que está claro es que cada uno tiene su forma de ver las cosas y sus razones que le hacen decantarse por una o por otra (gozan de especial respeto los escritores que practican ambas, es decir graffiti en muros, en trenes, bombardeo...) En todas sus vertientes. Tenemos muchos tipos de opiniones. Bando, por ejemplo, es un viejo escritor parisino que defendía así su postura frente a lo que para él era la belleza del graffiti: “Tu preguntas a alguien- ¿te gusta el cantar de los pájaros por la mañana, piensas que es hermoso?- y la persona te contestará probablemente: Sí. Y luego le preguntas -¿Y los entiendes? Y esa persona te dirá: No. Entonces tu le dices: No hace falta entender algo para considerarlo bello”. Por otro lado estas son las afirmacines de un actual escritor de trenes barcelonés: “Cuando se fundó nuestro grupo era para destrozar, bombardear y pintar trenes (...) Simplemente es jugársela por pintar (...) Entre calidad y cantidad, yo pondría destrozo (...) Si salimos hay que destrozar. Es entrar, aunque esté mal y tengamos que correr (...) Muchas veces hemos entrado y hemos dicho -venga, hasta donde nos de tiempo-. Es que pintar trenes es ansia en sí. Hay que destrozar (...) Es una guerra contra la RENFE, contra el sistema y contra todo. Es que la gente esté sentada en la estación por la mañana y flipe con el tren”. A pesar de lo contrapuestas que puedan resultar las opiniones las dos defienden la misma bandera: La del graffiti. ¿Esto a que nos lleva? A que depende del uso que se le de a las cosas sirven para una finalidad u otra. Por ejemplo un arma, sirve para utilizarse en legítima defensa o para cometer un crimen ilógico, o como el mismísimo dinero, sirve tanto para hacer obras de caridad como para efectuar negocios sucios. Son solo ejemplos que manifiestan el uso que se le puede dar a las cosas y que las cosas por sí mismas no son malas. Efectivamente, un bote de spray no es un arma y un escritor de graffiti no es ni un terrorista ni un drogadicto, en contra de lo que muchos puedan pensar.
Hasta aquí hemos dado una explicación más o menos científica con algunos testimonios personales. A continuación veremos varias opiniones de muy diversos escritores ante cuestiones comunes en las que mostrarán opiniones personales ante el fenómeno:
¿Qué prefieres, paredes o trenes?-(Secret). Trenes. Es la adrenalina, el riesgo, es un sentimiento muy difícil de explicar... Cada vez que pasa un tren es algo que hay que mirar y punto. Es como cuando pasa una tía buena y la miras el culo.-(Suso33). Hay gente que me gusta mucho en chapas y gente que me gusta mucho en muros, pero a pesar de haber uniones bajo la bandera del aerosol, son estilos totalmente diferentes, que no tienen que ver unos con otros, pero me gustan indistintamente.-(Tala). No me gustan a mí las paredes, sólo me gusta hacer pompas.
¿Consideras al graffiti vandalismo?-(El Tono). Claro que sí, si no, no es graffiti. Hacer un graffiti es imponerse a los demás en la vía pública con un proceso ilegal, es vandalismo. Luego cada uno debe medirlo.-(Terra). Arte no es solamente, por supuesto. O sea, va implicado el vandalismo, si no, no sería graffiti. Es que una cosa te lleva a la otra.-(Soda). No me gusta la palabra vandalismo porque los que van de vandálicos o de vándalos no lo suelen ser. Prefiero decir que el graffiti es makarreo o camorra italiana, pero sí, el graffiti es libertad, es lo que quieras hacer.-(Lama). Yo pienso que el graffiti es el lado más artístico del vandalismo o el lado más vandálico del arte, pero no me preocupa donde se encasille o como quieran llamarlo, porque para mí es mi forma de vida y no se puede etiquetar con otra palabra que no sea graffiti.
¿Qué opinas del graffiti en galerías?-(Moze). Deja de ser verdadero graffiti, pero sigue siendo la obra de un escritor de graffiti. El verdadero graffiti está en la calle. Pero a quien le importa eso, me encantaría ganarme la vida haciendo graffiti de galería.-(Kaos). Es graffiti también, supongo que cuando te vas haciendo mayor y quieres dejar de buscarte lios y ganarte las lentejas pues acabas así.-(Soda). Que cada uno haga lo que quiera, pero eso es arte de galería a spray, no lo veo ni bien ni mal, si hubiera más galerías de éstas el graffiti se difundiría más.-(El Tono). Para mí un graffiti no tiene nada que hacer en una galería, ya no es un graffiti... Sin embargo la evolución del trabajo de un grafitero puede perfectamente ser expuesta en galerías, es una evolución lógica, algunos acaban grafistas otros artistas. Es el mejor sueño, vivir de sus pinturas.
¿Por qué pintas?-(El Tono). Pues me atraía la idea de la fama dentro del anonimato. Es lo que mola, todo el mundo te conoce pero nadie sabe quien eres.-(Burnt). Solo se que tengo que pintar, bombardeo hasta la bola, es una adicción, ver tus piezas: Muros, chapas o lo que sea, que se lo come todo el mundo. A veces me apetece pintar tranquilo y hago muros de relax que no se comen, pero relajan.-(Deos). Es parte de mi vida. Me relaja y me excita a la vez... Tiene todos los ingredientes positivos de una composición: Estimula tu cerebro, tu habilidad... Creatividad, tu capacidad de superación de cara a los demás y a tí mismo... Es una pasada.-(Kaos). Por aquella época mis aficciones eran los deportes y joder a la peña, hacer putadas... Desarrollando esa actividad encontraba un gran placer. Yo ya había visto por aquel entonces a peña pintando, pero no me llamaba la atención. Hasta que un día cualquiera mi colega Moze me llamó para bajar a hacer putadas por el barrio. Reí y me lo pasé bien y desde ese día no he dejado de hacer el cabrón con el aerosol.-(Ice). Pintaba simplemente por lo que se siente al estar en un túnel de metro o en una cochera, no lo puedes sentir en cualquier sitio, sentir la adrenalina que te sube y todo, ver tu vagón rulando, ver lo que dice la gente al verlo... Eso es muy bonito, no se puede explicar, pero para mí es arte y se nace con ello dentro.-(Bleck”La Rata”). Lo que verdaderamente me atraía era la idea del anonimato, firmar por todas partes y que nadie en absoluto supiera que yo era el que hacía esas pintadas (...) Era emocionante para un crío de quince años el tener una suerte de alter ego, que pintaba, que la gente reconocía y que daba que hablar. Pero no creo que nadie que ha empuñado un bote de pintura te pueda contestar facilmente a esta pregunta, son demasiadas cosas, todas muy pequeñas y que pertenecen al universo personal de cada uno. Podría ser porque amaba el sonido de la pintura al salir por el pitorro, salir por las noches, saber que todo el mundo duerme y tu estás despierto. También por la planificación de las zonas a donde irías, quizás por ser diferente, quizás por buscar una forma de escapar del sistema, por ser más original que nadie, por expresar algo que llevaba años frustrado en mi interior, por plantar cara a la ley y saltarme las normas (...) Todas estas respuestas son válidas, aun así no bastarían para delimitar algo tan indelimitable como salir con un spray y pintar ¿no? -(Tala). Por diversión... y aparte me gusta el riesgo. -(Sha). Pinto porque me gusta, me gusta el riesgo, salir fuera,conocer gente... Todo lo que rodea al graffiti en general. También me mola hacer paredes de vez en cuando. -(Kapi). Yo empecé en Enero de 1986 a raíz de un regalo que me hicieron. Era un libro y se llamaba "Subway Art". En ese año no había escritores como para sentirse influído. Me influyó el libro, y la pasión por el Hip Hop que teníamos mi amigo Koa y yo.
¿Qué tratas de decir con tus pintadas?-(Soda). Me gusta poner con las pintadas mensajes con sentido y directos a quien los lee, no sé dónde he leído que el graffiti es la voz de los que no tienen voz; yo creo que por eso pinto, porque es de la única manera que alguien que ni siquiera sabe que existes se dé cuenta de que sí que existes y aunque no tengas ningún tipo de poder te expresas como los más poderosos. Me encanta hacer cosas que se supone que no se pueden hacer y vas tú y las haces, tengo muchas cosas en mente que comunicar, pinto en plan de venganza interna hacia multitud de injusticias, no sé... una especie de loco que emplea tiempo en una guerra perdida. -(El Tono). Intento comunicarme con la gente, y aportar algo al peatón que anda en frente de mis pintadas. Los tags y las piezas son un modo de comunicacion muy cerrado, sólo lo entiende el que está iniciado, la mayoría de la gente o no ven las pintadas o se cagan en ellas. No quiero pintar cosas que molesten a la gente, quiero sacar lo máximo de los recursos de la calle, machacarla no me interesa, se satura y bloquea la comunicacion... Frente a esa saturacion, elijo lugares limpios y abandonados, sin firmas, donde mi logo pueda "respirar" y así poder ser captado mejor por los ojos. Quiero que el peaton se pregunte, no son letras, no está firmado. Se pregunta una vez, vuelve a ver el logo y se pregunta otra vez y poco a poco quiero engancharlo... También quiero educar el ojo y enseñar a la gente a observar su entorno y los que lo utilizan para comunicarse. En mis pinturas, cuenta todo el entorno el juego es un poco darle un nuevo "tono" a un viejo local abandonado y invisible a los ojos de todos...-(Kaos). Intento producir úlceras en los estómagos de la peña (esta frase la he tomado prestada de mi brother Soda DMC Rock), ya sean ajenos o no al graffiti. Últimamente estoy intentando localizar a un médico del estómago para cobrarle comisión por llevarle tantos clientes.
Estas son algunas de las innumerables opiniones acerca de distintas cuestiones sobre el graffiti. Incluso dentro de la propia filosofía de la cultura se ven posiciones muy distintas. Incluso han llegado a crearse frases de carácter popular con las que se identifican todavía muchos escritores, algunas tan antiguas como “Just writing my name” (Sólo escribo mi nombre), “I just can’t stop!” (¡No puedo parar!), la mítica “If art like this is a crime, let god forgive me” (Si el arte es un crimen que dios me perdone). Hoy en día los escritores siguen dejando frases que exteriorizan sus pensamientos, algunas por ejemplo: “Vándalos y orgullosos”, “No hay tregua”, “Nunca nos podréis parar”, “La venganza continúa”, “Toma pintada, cabrón”, “Instruidos en las más altas disciplinas”, y un largo etcétera.
La mayoría de los escritores son artistas de gran integridad que no están en ello por dinero, razón por la que muchos de ellos se niegan a la explotación comercial de su trabajo. El ejemplo quizás más sonado fue el de Muelle, quien su soberbia le permitió el lujo de (tras haber registrado su nombre) rechazar la millonaria oferta de una fábrica de colchones a cambio de su logo. Otros en cambio aprovechan su talento para ganarse la vida decorando locales estilo graffiti o incluso cobrando por pintar su nombre con plena libertad (muy extendido esto en América y Europa).
Por último señalar el carácter efímero del graffiti ya que las piezas tienen una vida limitada (lo que tarda alguien en borrarlas o el deterioro de la pintura). Este carácter temporal es el que lleva a los escritores a perpetuarlo por medio de fotografías (todo escritor que se tercie dispone de un álbum personal con sus fotos archivadas y un “black book” con sus bocetos), lo que ha permitido, con el tiempo, la proliferación de revistas monotemáticas tanto impresas como digitales (Internet).

Graffitis del Mundo







jueves, 2 de octubre de 2008

Creador del Graffiti


1) Jean- Michel Basquiat: Creador de graffiti, pintor y dibujante estadounidense, figura emblemática de la década de 1980, que llamó la atención por su primitivismo intuitivo y como voz de las minorías étnicas.
Basquiat se convirtió en un protagonista del mundo de los graffiti. Siguiendo el consejo del autor de pintadas Al Diaz se independizó antes de haber concluido los estudios escolares y sobrevivió dibujando postales y decorando camisetas. Completó su formación como autodidacta y como oyente en la Escuela de Artes Visuales, donde contactó con el pintor y autor de graffiti Keith Haring. Entre sus obras de estilo neoexpresionista cercano al graffiti cabe citar Six crimes (1982, Museo de Arte Contemporáneo, Los Ángeles), Untitled (1982, Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York) y Hollywood africans (1983, Museo Whitney de Arte Americano). Falleció en Nueva York el 12 de agosto de 1988 a causa de una sobredosis de heroína. Su amigo, el pintor Julian Schnabel, llevó su vida a la pantalla en 1996, tras seis años de rodaje. En esta película, titulada Basquiat, David Bowie interpretó a Andy Warhol.